Esta lámpara de pie, manifiesta la voluntad de regirse por un orden explícito. Su condición de partida viene determinada por la exigencia de posibilitar la variación de su altura y es su materialización la que propone su forma definitiva al establecerse la ley de formación: 7 barras de base, luego 6, 5 , 4 y, por fin 3 posibilitando la localización de un diedro a modo de pantalla.